La educación religiosa se integra plenamente en el proceso educativo; cuyo propósito es contribuir con la formación integral de los estudiantes, comprendiendo la trascendencia que tiene la dimensión espiritual y religiosa en la vida moral, cultural y social de las personas, llevándolo a reflexionar sobre el sentido de su vida, el compromiso ético y existencial en la construcción de un mundo más justo, solidario y fraterno. Así mismo mostrar respeto y tolerancia por las diversas cosmovisiones, religiones y creencias de las personas, sin perder de vista la visión Trinitaria, a través de la vivencia de las virtudes teologales y humanas. Logrando así, estudiantes con una personalidad libre y responsable de acuerdo a los ideales del Evangelio orientado a través del enfoque humanista cristiano, Cristo céntrico y comunitario.